Descubre las mejores experiencias de bodegas en Mendoza
En el centro oeste del territorio, al pie de la Cordillera de los Andes, Mendoza posee el 75% del total de viñedos de Argentina y la mayor cantidad de bodegas del país. Esto la convierte en la provincia vitivinícola más importante y uno de los principales centros productores del mundo.
Los picos más altos de los Andes se encuentran en Mendoza: con 22.832 pies, el Aconcagua es el pico más alto de América. La presencia de la Cordillera de los Andes, que actúa como barrera a los vientos húmedos del Pacífico, sumada a la distancia al Océano Atlántico, configuran el clima generando condiciones ideales para el cultivo de la vid. La altitud, el clima continental, la heterogeneidad de los suelos y el deshielo son factores clave para la elaboración de excelentes vinos, que se suman a una importante tradición vitivinícola.
El territorio de Mendoza se puede dividir en cinco grandes subregiones, que dan a las variedades sus características particulares: Valle de Uco, integrado por los departamentos de Tunuyán, Tupungato y San Carlos; Primera Zona, que incluye los departamentos de Luján de Cuyo y Maipú; los oasis Norte (Lavalle y Las Heras), Oriente (San Martín, Rivadavia, Junín, Santa Rosa y La Paz) y Sur (San Rafael, Malargüe y General Alvear), abarcando prácticamente toda la geografía provincial.
El alto grado de desarrollo alcanzado por la viticultura, sumado a las nuevas investigaciones impulsadas por una generación de productores inquietos, ha llevado a la identificación de microrregiones con diferentes terruños, reflejando el carácter diverso de la viticultura argentina. Es en concreto en el Malbec donde mejor se aprecia esta calidad.
Con el 20% de la superficie total de Malbec sembrada en el país, Mendoza es el principal productor, aunque entre sus variedades predominantes también destacan Bonarda, Cabernet Sauvignon, Syrah, así como variedades rosadas 'criolla' (Cereza y Criolla Grande).
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