Don Maximiano Errázuriz Valdivieso, quien fundó Viña Errázuriz en 1870, fue un hombre de gran visión y amplios talentos.
Como miembro de una familia que ha jugado un papel importante en la vida social y cultural de Chile durante dos siglos y medio, Errázuriz desempeñó funciones como político, diplomático y como un gran empresario. A diferencia de sus pares, puso la mirada en el Valle del Aconcagua para plantar sus viñedos, bajo la premisa “de la mejor tierra, los mejores vinos”. Don Maximiano Errázuriz nació en Santiago en 1832, en el seno de una familia de origen vasco español radicada en Chile desde 1735. A lo largo de dos siglos y medio, la familia ha jugado un papel importante en la vida cultural, social y política del país. Produjo dos Presidentes de la República, dos Arzobispos de Santiago y un número considerable de diplomáticos, escritores y empresarios, que contribuyeron al desarrollo del país.
En 1855 Errázuriz se casó con Amalia Urmeneta, hija de José Tomás Urmeneta. Don Maximiano y su suegro se hicieron socios y crearon una empresa minera en el norte de Chile. En aquellos días, se decía que la empresa producía alrededor de un tercio de la producción mundial de cobre. Errázuriz también creó la Compañía de Gas de Santiago, estableciendo el primer servicio de alumbrado público en la capital. También participó en la vida pública, sirviendo como miembro del parlamento por tres períodos, como senador por nueve años y como representante diplomático del gobierno de Chile, tanto en los Estados Unidos como en el Reino Unido.
Aunque Errázuriz tuvo bastante éxito en los negocios, sufrió tragedias personales. Su esposa Amalia murió en 1861 a la edad de 24 años, poco después de haber dado a luz a Rafael, su cuarto hijo. Para aliviar su dolor, don Maximiano emprendió un largo viaje por Europa. A su regreso, y siguiendo el ejemplo de su suegro, plantó viñedos en Panquehue, un pequeño pueblo al norte de Santiago. A diferencia de otras familias que habían plantado variedades de uva francesa en las afueras de la capital, él siguió su instinto pionero y se instaló en el Valle de Aconcagua, donde fundó Viña Errázuriz en 1870 bajo la premisa “de la mejor tierra, los mejores vinos”.
Las 300 hectáreas sembradas en Panquehue pronto comenzaron a ser manejadas con técnicas vitivinícolas de última generación. Posteriormente, su hijo Rafael ampliaría la superficie sembrada a 700 hectáreas. Según información contemporánea, esto convirtió a Viña Errázuriz en la bodega más grande del mundo en manos de un solo dueño.
1871 resultó ser un año crucial para don Maximiano: conoció y se casó con Carmen Valdés, comenzó a construir una mansión rodeada de un hermoso parque proyectado por un paisajista francés y emprendió otro viaje a Europa, esta vez con su esposa. Desafortunadamente, en su viaje de regreso, Carmen contrajo fiebre amarilla. Murió poco después de su regreso a casa rodeada de su familia. En 1883, luego de que sus hijos se independizaran, don Maximiano se retiró a Panquehue, donde llevó una vida austera, dedicada a la oración y ayuda a los pobres. También construyó casas para sus trabajadores, una escuela y una iglesia.