Numerosas generaciones se han dedicado a la producción de licores y vinos de alta calidad en honor al fundador, Jean-Baptiste Lapostolle. Como familia Bournet-Lapostolle, pasamos el testigo a la siguiente generación, cultivando así una herencia rica y moral. Para comprender esta tradición familiar, a continuación se muestran algunos testimonios anteriores. En Bournet-Lapostolle, los viticultores son narradores de historias. JEAN-BAPTISTE LAPOSTOLLE, PADRE FUNDADOR La historia comienza en 1827, cuando Jean-Baptiste Lapostolle fundó una destilería de licor de frutas en Neauphle-le-château, cerca de Versalles. Cincuenta y tres años después, el marido de su nieta, Louis-Alexandre Marnier, de una familia de comerciantes de vino de Sancerre, quedó cautivado por la región de Cognac y su brandy. Así, se lanzó la dinastía Lapostolle. LOUIS-ALEXANDRE MARNIER LAPOSTOLLE, CREADOR INSPIRACIONAL En 1880, Louis-Alexandre Marnier Lapostolle imaginó una bebida a base de coñac y una rara variedad de naranjas amargas, que entonces eran un producto de lujo. Mientras probaba la creación, el famoso hotelero César Ritz la llamó 'Grand Marnier': "Un gran nombre para un gran licor". Desde entonces, su éxito no ha vacilado: Grand Marnier sigue siendo el licor francés más exportado. ALEXANDRA MARNIER LAPOSTOLLE, PERFECCIONISTA SIN DESCANSO Pasa un siglo. En 1994, Alexandra Marnier Lapostolle, bisnieta del creador, se embarcó en una nueva aventura en Chile. Fiel a las exigencias de la familia, su ambición era producir un vino excepcional y allanar el camino para el desarrollo cualitativo de los vinos del país. En pocos años, Alexandra Marnier-Lapostolle logró hacer de Clos Apalta un vino icónico dando forma a este viñedo, pie a pie. CHARLES-HENRI DE BOURNET MARNIER LAPOSTOLLE, TUTOR Y RENOVADOR Hoy, otra persona igualmente apasionada por el vino ha tomado el relevo. Desde 2013, está al frente de la empresa, y el séptimo representante de la dinastía aporta nuevas ideas y un nuevo dinamismo a la mesa. Lo acompañan Jacques Begarie, director técnico, y el célebre consultor Michel Rolland, que participa personalmente en toda la producción de Clos Apalta.